Motas de Polvo flotando en un rayo de sol. A todos nos ha llamado alguna vez la atención cómo ese rayo, que irrumpe en una habitación, arranca de donde no había nada, iluminándolos, miles de mundos, universos perfectamente orbitados con sus secretas leyes. La vida cotidiana con la que tan bien se acomoda la Polaroid es una sucesión casi infinita de instantes que esperan su propio rayo de luz, en el que ser, al fin, significativos y simbólicos. El resultado es una sentimental y extraña canción, en la que cada nota es una mota de polvo danzando eternamente en el aire.

La serie MOTAS DE POLVO reproduce Polaroids, realizadas con película química, que Juan Manuel Castro Prieto ha ido tomado en sus viajes por todo el mundo. Cada una de ellas se presenta en una caja vitrina con ajado fabril, donde la fotografía se aloja flotando sobre la trasera del marco.